Este curso sin esperarlo hubo
algunas renuncias de compañeras que no podían aprovechar las movilidades y, en la convocatoria extraordinaria, la
suerte hizo que pudiera repetir la experiencia de viajar al extranjero.
Como
estas salidas no son vacaciones como algunos piensan, tuve que elegir muy bien
el tipo de formación que quería hacer, yo ya había cubierto las dos líneas
básicas del proyecto ¿En qué podría formarme ahora? Buscando por todas partes
encontré la solución, haría un curso de metodología para profesores de primaria
“Creativity in the Classroom for primary teachers" en Exeter Inglaterra, además
este curso llevaba aparejadas visitas a colegios donde poder ver de primera mano la forma de
trabajar en ese país.
Esta formación me permitió
comparar sus metodologías con las nuestras y no solo con las que usan en
Inglaterra sino que también pude aprender de los compañeros que hicieron el
curso conmigo: húngaros, eslovenos, franceses, italianos y alemanes (No es oro
todo lo que reluce en Alemania, también tienen sus zonas oscuras).
Aquí me di cuenta que en España
hacemos cosas muy bien, parece que siempre vamos como la prima pobre y no es
verdad. La enseñanza de inglés en España, o al menos la que yo conozco es mucho
mejor que la de Alemania en educación primaria, que es lo que pude comparar
y por eso debemos sacar pecho y seguir
avanzando.
De esta formación además de traer
direcciones para futuros “correspondant” me traje ideas para
trabajar en el
aula y la visión de que el aprendizaje debería ser siempre en grupos y estar
centrado en el alumno, a veces, queremos facilitar tanto las cosas al alumno
que todo pasa por nosotros y está todo más centrado en el profesor. Eso es algo
que hay que erradicar de las aulas. Debemos dar más responsabilidad al alumno y acompañarlo. Los niños allí
con esa metodología eran muy activos y participativos y yo creo que así aprenden
mejor.
Visité dos colegios de primaria :
St Sidwell’s que pertenecía a Church of England sería como uno concertado aquí
y Redhill School como uno público.
En los dos lo primero que me
llamó la atención fue la cantidad de adultos que había por aula (una media de
tres personas) Dividían a los alumnos en grupos que iban rotando por distintas
actividades y los profesores y ayudantes las tutorizaban. Los ayudantes pueden
ser profesores contratados por el consejo local, el condado o directamente
voluntarios que no cobran nada por ir a ayudar. Cada alumno discapacitado (en
la clase que yo estuve había tres) tenía un ayudante a tiempo completo y en
exclusiva ¡Qué envidia! Los niños siempre trabajaban en equipos y exponían en
las paredes del aula todo cuanto se hacía. Las paredes estaban colapsadas, esto
a mí no me gustó porque al final la atención se dispersa y esos "displays" dejan
de ser útiles.
En cuanto a recursos materiales
estamos a la par con ellos pero en recursos humanos nos dan cien vueltas.
Si tuviera que resumir en una
sola palabra mi experiencia en Erasmus+ sería:
Desde aquí animo a
todos los centros a participar en este tipo de programas ya que consiguen que
abras tu mente y estés más dispuesto a mejorar.
Thank you very much!!!!!!!!
Ana Mª Cano
Exeter 2016
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